Recetario

Enchiladas suizas

La combinación de los tomatillos con un buen queso de fundir hacen de esta sencilla preparación una buena opción para recibir invitados

Juan Carlos Núñez Bustillos

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Fotografía: Juan Carlos Núñez Bustillos

La broma siempre es la misma: ¿En Suiza comen enchiladas? Supongo que no y que el nombre viene del queso que es un ingrediente fundamental de este platillo y que se derrite para cubrir las tortillas bañadas con una salsa verde elaborada con tomates milperos.

Las enchiladas suizas son una muy buena opción para una cena con invitados. Como siempre, es fundamental contar con excelentes ingredientes. Con unos tomatillos milperos y un buen queso que se derrita se tiene ya la mitad del plato.

Prepararlas no es nada difícil, aunque sí puede ser entretenido si se hace de una por una. Para casos de urgencia hay un truco que consiste en poner las tortillas en capas, a manera de lasaña o suflé, en lugar de hacer los tacos. El sabor es el mismo y se ahorra bastante tiempo.

 

[su_tabs active=”1″][su_tab title=”Ingredientes”]

  • 20 tortillas para enchilada. Si no se tienen, se pueden utilizar sin ningún problema las tortillas normales.
  • 1 pechuga de pollo cocida y deshebrada
  • ¼ de queso para fundir (manchego, mozzarella, chihuahua…) en rebanadas

Salsa

  • ½ kilo de tomate milpero o de tomate verde
  • ½ manojo de cilantro
  • ½ cebolla
  • 1 diente pequeño de ajo
  • Chile serrano al gusto
  • Sal
  • Aceite, el necesario.

Siempre es bueno hacer salsa de más pues el horno las reseca o no falta quien quiera añadir un poco más al momento de servir. Y si sobra, ya tiene un ingrediente básico para hacer después unos huevos rancheros.

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[su_tab title=”Procedimiento”]

Se desinfecta el cilantro. Se cuecen los tomatillos, el chile, el ajo y la cebolla en agua que apenas los cubra. Se muele todo esto junto en la licuadora. Es preferible esperar a que los ingredientes cocidos se enfríen, pues si se muelen calientes “explotan” al licuarse. Si se tiene el caldo donde se coció el pollo se puede utilizar en lugar de agua y le dará mayor sabor.

Se deshebra la pechuga de pollo cocida.

Cada tortilla se pasa por aceite caliente, se rellena de pollo para hacer el taco y se coloca en un refractario. Cuando se completa el molde se vierte la salsa sobre las enchiladas y se cubren con las rebanadas de queso.

Si no se quieren hacer lo tacos, se pueden preparar tipo “pastel” o lasaña poniendo capas sucesivas de tortillas, pollo, queso y salsa. En este caso se puede utilizar un molde un poco más hondo.

Si prefiere hacerlas más ligeras puede evitar pasarlas por el aceite. En este caso no deberán ser tortillas especiales para enchiladas, sino tortillas normales calientes para que se puedan enrollar. O tortillas frías si se hace tipo pastel.

Se hornea para que el queso se derrita y se dore. Hay que cuidar que no se resequen demasiado, pero que tampoco queden nadando en la salsa. Encontrar el punto es el secreto de este plato. Si se pasa mucho de salsa quedará como comida de perro y si quedan muy resecas pierden sabor y gracia.

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[su_tab title=”Presentación”]

Sobre las enchiladas se pueden colocar algunas rodajas no muy gruesas de cebolla. Unos frijoles refritos son un buen complemento.

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2 Comentarios

  • Reply
    Luz Ontiveros
    29 diciembre, 2015 at 7:36 pm

    ¡Deliciosas! Me encantó lo de “comida de perro”, Maestro.

  • Reply
    Juan Carlos Núñez Bustillos
    1 enero, 2016 at 1:08 pm

    Gracias, Luz. Realmente es un plato sencillo, pero sí es importante calcular el punto para que no queden ni muy secas ni muy aguadas. ¡Gracias por escribirnos!

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