La combinación del dulce fruto con el embutido salado funciona lo mismo como entrada que como postre
Juan Carlos Núñez Bustillos
Lo único complicado de esta receta es conseguir los ingredientes, pues son de los que no solemos tener en la despensa de la casa. Solamente necesitamos un poco de jamón serrano e higos cubiertos o cristalizados.
Los higos cristalizados, confitados o cubiertos se consiguen en algunos mercados, dulcerías o tiendas de semillas. Es muy importante que los frutos estén en su punto: ni muy resecos ni muy enmielados. Ese es el secreto.
Lo demás es muy simple: partir los higos por mitad y rellenarlos con algunos trocitos de las lajas de jamón. Para ello, no es necesario quitar el centro del fruto, basta con empujar suavemente el serrano con ayuda de un cuchillo o palillo.
La combinación dulce del higo con el salado del serrano es muy sabrosa. Es una buena entrada, pero puede servir también de postre.
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