Primer plato

Oda al chayote

El texto dedicado a este “fruto incomprendido de belleza negada”, se publicó en el Anuario de Literatura Breve Al gravitar rotando

Patricia Bañuelos

Foto: Juan Carlos Núñez B.

Chayote solitario, fruto incomprendido de belleza negada.
Jugoso de cuerpo y descolorido de corazón.
Hijo de madre trepadora de troncos robustos.

Abominación inerme, surcada y verdosa.
Ermitaño envuelto en suaves espinas,
Acuoso entre fibras, casi ausente de sabor.
Relegado sin piedad al orden dietético,
repites sin cesar la condena de ser pasado por agua y sal.
Chayote insolente que sueña con una muerte gourmet,
alcanzando el gratín dorado, rebosado en bechamel.

También te podría interesar

No hay comentarios

    Deja una respuesta

    Este sitio esta protegido por reCAPTCHA y laPolítica de privacidady losTérminos del servicio de Googlese aplican.