El menú tapatío incluía: sopa aguada, sopa seca, verduras, carne, frijoles y postre
María Hilaria
Hubo una época, en las mesas de clase media tapatías, a las que no había llegado aún el concepto de comida sana o los riesgos del colesterol, la intolerancia al gluten, etc. Por lo tanto, lo que se comía estaba regido por los criterios de frescura o de productos de temporada y, por qué no, también por los económicos.El ama de casa procuraba preparar a lo largo de la semana, tipos diferentes de carne: ternera, res – lengua, hígado, sesos – puerco, pollo o pescado. Tampoco faltaban los guisos de verduras como plato principal.
La abundancia cotidiana iba distribuida como sigue: sopa aguada, sopa seca (aunque el arroz siempre estaba presente), un platón de verduras cocidas, una carne, frijoles refritos y postre. Con mucha frecuencia éste consistía en cajeta de leche para aprovechar los restos del consumo familiar.
Pensar en comer de esta manera en estos tiempos parece imposible, aún y si se prescinde de un ayuno severo. Pero bueno, así comíamos hace 50 años y sobrevivimos para contarlo.
No hay comentarios