En Zacatlán de las Manzanas, Puebla, este delicioso fruto se prepara de las más diversas maneras
Sergio René de Dios
Pizza de manzana. Foto: SRD
¿Una sabrosa pizza de manzana? Sí, en el lugar pródigo en huertas y productos derivados de la manzana, en Zacatlán. Sí, en el municipio de Puebla al que los habitantes llaman precisamente Zacatlán de Las Manzanas. Un pueblo mágico que ofrece numerosos atractivos, incluidos los gastronómicos.
La pizza de manzana la ofrecen en el primer cuadro de la cabecera municipal. Contiene queso crema, queso gouda, pimiento, cebolla, canela molida, arándanos, nuez acaramelada, manzana fileteada y se elabora en forma, claro que sí, de manzana.
Pizza de manzana en Zacatlán. Foto: SRD
Es una delicia que puede acompañarse de la bebida preferida, desde un café hasta una cerveza.
Con esos ingredientes, cada de una de las rebanadas se degusta con dobles o triples placeres: el de llegar a la pizzería en la noche tras caminar y caminar por los diversos atractivos del municipio, para concluir con una agradable cena; el de constatar el gusto con el que cada comensal da cuenta del platillo, en medio de una conversación agradable.
Y luego no solo de caminar por las calles pavimentadas o empedradas de Zacatlán, de admirar sus bellos vitromurales, iglesias antiguas y sus artesanías, sino de adquirir productos que incluyen panes de manzana, diversas presentaciones de dulces de manzana, café de la región y, lo clásico, adquirir sidras. Porque precisamente esta bebida tiene muchos años de elaborarse en el municipio, que en agosto organiza la Feria de la Manzana.
Manzanas. Foto: J.C. Núñez B.
La pizza de manzana se coloca en un soporte de madera. Caliente, recién salida del horno, crujiente y con un aroma a pan que atrapa al gusto.
La nuez acaramelada y los arándanos le dan un toque ligeramente dulce. Acompañada de una buena ensalada, tal vez alguna pasta, es ideal para saborearla con toda la parsimonia posible.
Quizá el redactor de la metáfora bíblica del Paraíso también encontraría motivo de inspiración en alguna de las huertas de manzana de la región. Ni Adán ni Eva nacieron en Zacatlán, aunque fácilmente pudieron hacerlo, porque otro paraíso de ese fruto se encuentra en esa pueblerina ciudad poblana
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