Tenían un sabor especial. Eran de frijoles negros, elaborados con esmero, paciencia y la dosis de cariño que ella agregaba
Sergio René de Dios Corona
Los tacos de frijoles guisados con manteca de cerdo me recuerdan a mi siempre bella abuela Angelina, al trato cálido, afable, sonriente, que prodigaba a quienes la visitábamos en su casa. Los guisaba en un sartén, los molía y luego colocaba una porción en una tortilla caliente recién salida del comal.