Los incendios forestales inspiraron a la autora este homenaje a los cafetales del país quemados por la estupidez humana
Elba Castro
Café Quemado
Humo sin sabor.
Ardor de café sin olla, sin aroma.
Fuego negado a hervir vaporoso, cuidadoso.
Selva que en el incendio llora.
Esta mañana se bebe la tristeza.
No espabilamos
Y sabemos que por esta ausencia
todos los días pertenecemos a la selva.
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