La breve historia de un café olvidado en la barra. “No se le antojó acompañar a ninguna conversación”
Elba Castro
Era un café anónimo.
Humeaba en la barra,
entre las prisas de meseros.
Contempló la tarde y su promesa de lluvia.
No se le antojó acompañar
a ninguna conversación.
Disfrutó su humareda.
Se arrulló en las voces…
Alguien pasó
lo vio quieto
no lo despertó
no lo probó.
Esa noche,
café y cafetero
guardaron ambos
sus desvelos.
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