Letras humeantes

Letras humeantes 32

La breve historia de un café olvidado en la barra. “No se le antojó acompañar a ninguna conversación”

Elba Castro

Café 32. Foto: Juan Carlos Núñez B.

Era un café anónimo.

Humeaba en la barra,

entre las prisas de meseros.

Contempló la tarde y su promesa de lluvia.

No se le antojó acompañar

a ninguna conversación.

Disfrutó su humareda.

Se arrulló en las voces…

Alguien pasó

lo vio quieto

no lo despertó

no lo probó.

Esa noche,

café y cafetero

guardaron ambos

sus desvelos.

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