“Este café no es un gusto, es más bien fuerza”, dice Elba Castro en su séptima entrega de las Letras humeantes
Elba Castro
El café, éste, tiene en su aroma la añoranza.
Es la mañana que perfuma al sol.
Este café no es un gusto, es más bien fuerza
la necesaria para enfrentar los bríos de un día…
Una talega, una olla, un jarro, es el modo de este café
El mismo que discurre con la corpulencia de un expresso…
Este café desentume desde aquí, desde la alfombra asfáltica
los músculos del recuerdo de caminar por la vida, entre su piel de arena, entre el agua nacida, entre los árboles parlantes y entre la hierba crecida por la noche…
Este café aviva al cuerpo que las máquinas han tapiado, arrinconando al contento de vivir.
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