La creencia en este remedio es una de las más populares en nuestra cultura, la vimos nuevamente ayer después del temblor
Marisa Núñez/El Paso
Mi madre salió corriendo a la calle cuando escuchó el fuerte golpe que avisaba sobre un serio accidente automovilístico en la esquina de la casa. Salía y entraba varias veces tratando de ayudar, en una de esas salió con un bolillo para que la joven comiera y se le “bajara el susto”. Cuando me dieron la noticia de la muerte de mi mamá alguien me dio un pedazo de pan “para la impresión”. Cuando mi hija tuvo un accidente yo, sin pensarlo mucho le di también pan para que se tranquilizara.
El hecho es que la creencia en este remedio es una de las más populares y arraigadas en nuestra cultura. En prácticamente todo el país se utiliza y seguramente usted también utiliza este sencillo remedio sin saber muy bien por qué.
Los temblores del 19 de septiembre han dado pie a la sugerencia de comer pan para pasar el susto, ya sea en serio o en broma. Por las redes sociales han corrido infinidad de chistes, memes, emojis, etc., con dicha sugerencia. Seguramente muchos, en efecto, ayer comieron un pedacito de pan.
En realidad, no hay evidencia ni prueba científica que demuestre que este “remedio” sirva. No encontré estudios al respecto lo cual quiere decir que, así como no hay nada que lo confirme, tampoco existe nada que lo niegue.
Algunos dicen que cuando hay un impacto fuerte ya sea por estrés, miedo, enojo o susto, la vesícula libera bilis y el pan, específicamente el migajón, absorbe esta sustancia evitando los malestares que se pueden presentar cuando esto sucede como el malestar estomacal, dolores de cabeza, náuseas, vómitos y diarrea.
Otros afirman que en momentos de fuerte estrés el cuerpo libera jugos gástricos en grandes cantidades y el pan sirve como neutralizante de la acidez evitando el malestar de agruras, reflujo o gastritis. El pan, según la creencia, asienta el estómago.
Muchos creen que un susto, un momento de mucho estrés o una emoción muy fuerte dispara los niveles de azúcar en la sangre subiéndolos o bajándolos y que el pan los regula.
Para otros, el comer pan es solo una forma de distraer al cerebro. Si se puede comer, entonces el cerebro percibe que no se está en peligro inminente y regula las hormonas del estrés. De hecho, comer algo en un momento de ansiedad es una técnica recomendada por algunos psicólogos para controlar un ataque de ansiedad.
Es el mismo principio que sucede cuando a un bebé se le ofrece agua en momentos en que está totalmente descontrolado; cuando bebe agua, se calma. El comer es una actividad alterna que cuando se realiza en estas circunstancias, el cerebro se relaja o, dicho de otro modo, el comer es una forma de compensación.
Hay quienes dicen que es solo una creencia de viejos y que no sirve para nada.
En algunos lugares, por ejemplo, en la zona de los Altos de Jalisco se utiliza la tortilla fría en lugar del pan. Pareciera que la idea de comer algo lo más pronto posible es lo importante y no necesariamente que sea forzosamente un bolillo. La lógica sugeriría entonces que como el pan o la tortilla son cosas que se tienen generalmente a mano y no necesitan de ninguna preparación.
Con o sin evidencia científica, con pan o con tortilla, creamos o no, el hecho es que este remedio está muy arraigado en los mexicanos. Como dice el dicho “más sabe el diablo por viejo que por diablo” y por si sí o por si no y mientras no le haga daño, yo le sugeriría siempre recurrir a un bolillo la próxima vez que tenga usted un fuerte susto.
No hay comentarios