Esta planta fundamental en la cultura del sureste mexicano es además de nutritiva, muy versátil
Elba Castro
En suelo mexicano, una cultura “del calor” supo conocer la hoja de una planta con la cual refrescarse, comer y sanar; tal como las culturas mediterráneas conocieron la parra, sus hojas y sus bondades. Nos referimos a la chaya.
La cultura maya, considerada una de las más variadas y con gran sabor, encontró en la hoja de la chaya un ingrediente para combinar los sabores y cuidar la salud. La investigación científica y la tradición de la cultura maya coinciden en que esta planta tiene mayor concentración de hierro, calcio, vitamina C, betacaroteno, fibra y proteínas que cualquier otro vegetal de hojas verdes.
Tanto así, que de todos los quelites (como se les conoce en nuestro país a todas las plantas silvestres comestibles y algunas, medicinales) es uno de los más estudiados en México.
Bondadosa para mejorar la vista, combatir la diabetes, la artritis, la anemia, la osteoporosis y hasta las amibas; además de reducir el colesterol, estimular el riñón, mejorar la circulación… la chaya debe prepararse bien antes de consumirse.
El conocimiento cultural y científico también consiste en dar indicaciones para su preparación y dicen que es preferible no consumirla cruda.
Antes de comer las hojas, éstas se deben hervir hasta que cambien de color (a un verde bandera, verde seco). Se recomienda que no se cueza en recipientes de aluminio, sino de barro, vidrio o cerámica.
Después, podemos prepararla. En estos tiempos de calor puede ser en:
Agua fresca, molida con pepino o con piña o con limón o con guayaba.
En rollitos (como las hojas de parra) con un relleno de papas cocidas con queso adobera o con atún o con trocitos de tocino. También pueden ir rellenas de arroz blanco con un poco de queso crema y trocitos de calabacita y zanahoria (semicrudas) o bien con pollo.
Si a estos rollitos se les baña de una salsita dulce de jitomate (ver Jaliscocina) o de achiote o cualquiera de su agrado, tendrá un platillo fresco y nutritivo para esta temporada.
Hay muchas más recetas que podemos hacer con la chaya. Desde tamales, con huevo, hasta en tortas o pasteles salados o en pastas…
Pregunte si alguien tiene una planta de chaya para que le regale una varita. Este arbusto suele ser muy generoso y se adapta prácticamente en todo lugar, seguro se dará en su casa y la adornará al mismo tiempo que lo acercará más a la concepción maya de cuidar de esta planta y de la naturaleza en general.
Buen provecho.
No hay comentarios