Recetario

Lennon panadero

En alguna época el famoso Beatle horneó pan. Aquí, una receta  para principiantes que lo quieran evocar en su faceta de panadero

Guillermina Cuevas / Colima

Pan casero. Foto: Juan Carlos Núñez B.

Cuando John Lennon se volvió amo de casa comenzó a hacer pan. Imagino que, bajo la autoritaria complacencia de Yoko, hizo una lista de compras y con un libro de cocina en la mano anotó los ingredientes para su primera hogaza, bollo o bisquet. Pienso que leyó la receta varias veces, con ansiedad, con el mismo frenesí que desbordó en la música, en la vida.

Se instaló en el rebuscado mundo de la cotidianeidad, en ese abrumador y generoso espacio, en la aparente y fructífera calma de una existencia apacible, sin grandes prisas. Como a todos los panaderos eventuales, el desencuentro apareció en la primera horneada, a excepción del aroma, los resultados no fueron de la misma estatura de las expectativas y como hacer pan es una obra de paciencia, de empecinamiento, John perseveró en su intento y pocos días después dominaba el veleidoso arte de la levadura y combinaba ingredientes y solicitaba moldes diversos, charolas, cestos, especialmente cestos para regalar las cantidades, cada vez mayores, que el cantante en receso producía en su primera temporada como amo de casa.

La mezcla del pan, antes de amasar. Foto: JCN

Hace apenas tres años que yo atreví mi primera receta de pan, mi primera horneada. Encontré en el mercado una levadura en polvo, instantánea y ahora en mi casa, eventualmente, flota el aroma pan en el horno. Con el grato recuerdo de John Lennon, este domingo, bajo un cielo medio nublado preparo dos moldes de pan con ajo.

Tengo ya en estos menesteres cierto oficio, la primera hogaza que amasé resultó muy pálida, con la miga muy blanda, al borde de la timidez.

Mezclo, para mi pan casero, 5 tazas de harina de trigo, refinada o integral, un sobre de levadura en polvo. La marca combina las palabras pan y tradición; presenta en su envase la imagen de una mujer joven, de una típica ama de casa de los años cincuenta, con un vestido muy decente, sosteniendo una cesta con pan dulce tradicional mexicano: rosca de reyes, pan de muerto, conchas y panqué, contiene cinco sobres de 11 gramos y un mínimo recetario.

La masa en reposo. Foto: Juan Carlos Núñez B.

Se agrega a la harina y la levadura, una cucharada de sal, una cucharada de azúcar, y en el centro se hace un hueco para verter allí 100 mililitros de aceite de oliva y la leche necesaria, tres cuartos de taza, o una taza completa, para luego amasar, con mucha paciencia.

Son diez o doce minutos de empecinamiento hasta que la mezcla no se adhiere a los dedos y empieza a formarse como una entidad autónoma, esto es, una masa que ofrece docilidad, apariencia más brillante. Muchos panaderos recomiendan reposo hasta que doble su volumen y vuelven entonces a amasar y vuelve a dejar en reposo, pero en mi experiencia con esta levadura instantánea no es necesario el doble proceso y una vez que lauda, 20 minutos, puede llevarse al horno a 240 por 30 o 40 minutos.

Puede, este pan, hornearse en charolas o moldes para pan de caja, o en bollos, o bolillos, hogazas, trenzas, lo que las manos artesanales quieran formar.

Con esta receta se prepara, agregando ingredientes al gusto, pan de ajo, cebolla, queso, jamones y otros embutidos, semillas como girasol, linaza, pepita de calabaza, hierbas como el cilantro, perejil, orégano, etc. El ajonjolí resalta la presentación del pan, se barniza ligeramente con huevo batido y se espolvorea encima esta minúscula semilla.

 

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