Primer plato

Instauran en Texas el Día Mundial del Menudo

Con más de 60 años de tradición en la ciudad de El Paso, Jalisco Café propuso celebrar a este popular plato el primer día del año

Marisa y Juan Carlos Núñez / El Paso

Héctor Chávez en su café. Foto: JC Núñez.

El menudo ya tiene su día mundial. Lo instauró hace tres años Héctor Daniel Chávez en su Jalisco Cafe, un restaurante de comida mexicana que cumplió ya 63 años en El Paso, Texas. Para este primero de enero preparó 10 enormes ollas de este platillo tradicional. A las once de la mañana ya no había nada. Cerca de mil personas se inscribieron las semanas previas a una rifa que se celebró el primer día de 2018. Los cinco afortunados ganadores podrán comer menudo gratis ahí durante todos los fines de semana del año que comienza.

Entrevistado en su restaurante, Héctor Chávez recuerda el origen de esta celebración: “Ya hay día mundial de todo, hasta de la dona. Un día platicando con mi amigo Rick Meléndez pensé que podríamos hacer el Día Mundial del Menudo. Revisé el calendario, el 1 de enero estaba libre y qué mejor que hacerlo el primer día del año para curar las crudas”.

Foto: Juan Carlos Núñez Bustillos.

El Jalisco Cafe se localiza en el segundo barrio de El Paso, Texas, una de las zonas más mexicanas, tradicionales y emblemáticas de la ciudad fronteriza. En 2018 cumplirá 64 años de ofrecer los más tradicionales platillos de México. “El dueño original era un señor al que le decíamos don Pancho. Mi mamá, Antonia Chávez, llegó de Parral, Chihuahua, y comenzó a trabajar aquí en el café más o menos en 1954. Luego el señor se retiró y le vendió a mi mamá el negocio en mil dólares allá por los años cincuenta. Aunque ella era de Parral los dueños anteriores era de Jalisco, por eso se llama así”, recuerda Héctor. Desde entonces la familia Chávez atiende el restaurante.

En Jalisco Cafe, el menudo es un plato que se sirve los fines de semana, al estilo del norte, con granos de maíz reventados. “Aquí lo hacemos todo al natural: compramos el maíz, ponemos el nixtamal, cortamos el menudo, la pata de la res. Se pone a cocer toda la noche. Lo pongo y me voy como a las diez de la noche y regreso entre las cuatro y las cuatro y media de la madrugada para preparar todo”.

– ¿Y las tortillas?

– Acá nos comemos el menudo con pan blanco.

Sabor a México

Pero este platillo caldoso elaborado con estómago y pata de res no es solamente uno de los especiales que ofrece Jalisco Cafe. “Los lunes tenemos gorditas; los martes, tampiqueña; los miércoles caldo de pollo y mole; los jueves, albóndigas con fideo; y los viernes, chiles rellenos. Viene mucha gente a las albóndigas. Me dicen: ‘Saben igual que las que hacía mi abuelita”.

Foto: Juan Carlos Núñez Bustillos.

Así estaba el caldo de res que probamos el día de la entrevista. En la carta hay además chilaquiles, huevos rancheros, machaca, tortas, tacos, quesadillas, guacamole, flautas y chicharrón, entre otros platos. Además, hay preparaciones que integran la comida de los dos países como los burritos, el chile colorado y las enchiladas con sabor Tex-Mex.

Esta fusión no solamente está en la comida sino también en el propio local. La pintura de un nopal corona la puerta que da entrada al local donde hay indistintamente letreros en inglés y en español. Pende de una pared un sombrero y un zarape con el logotipo de la Universidad de Texas en El Paso. En otra, hay un poster que dice “460 years of Chicano History” y el recorte de un periódico en inglés con una reseña del restaurante. Una más muestra los diversos reconocimientos de autoridades estadounidenses a Antonia Chávez, entre ellas una del Senado de aquel país.

Comida y bendiciones

En la carta hay un par de platillos con nombres de senadores asiduos al lugar. Héctor Chávez dice que los políticos, asiduos al restaurante, piden diversas preparaciones. Así el plato llamado “Senator Shapleigh’s Special” para el desayuno incluye “huevos a la mexicana, chile colorado, aguacate y frijoles enteros”.

Foto: Juan Carlos Núñez Bustillos.

Pero los políticos no piden solamente comida sino también bendiciones. En el restaurante hay también un altar muy especial. De lejos parecen dos enormes peceras incrustadas en la pared. Pero al acercarse se descubre que dentro no hay agua ni peces sino una enorme cantidad de imágenes y figuras religiosas de diverso tamaño. La Virgen de Guadalupe, santos, la Santísima Trinidad, un niño Dios, una Sagrada Familia, un gran Crucifijo. Flores y velas artificiales. “Cuando andaban en campaña algunos candidatos que eran amigos de mi tía venían a que les diera la bendición ahí en el altar”, cuenta Chávez.

 

Jalisco Cafe es una referencia en el Segundo Barrio. En la fiesta de Thanksgiving (Acción de Gracias) que se celebra en noviembre, se preparan pavos que se reparten gratuitamente entre los vecinos. “Este año preparamos 38 pavos de donación. Vino muchísima gente”.

Foto: Juan Carlos Núñez Bustillos.

En la cocina este día hay dos vitroleras con agua fresca. Una de mango y otra de Jamaica. Héctor Chávez, quien nació en El Paso, reitera que los ingredientes de su cocina son naturales y locales. “Compramos los chiles en Nuevo México, chiles cien por ciento naturales, yo mismo los escojo en el campo. Compramos en la temporada los de todo un año, una tonelada y media, porque se necesitan en muchos platillos. Las especias las traigo del jardín de una amiga o del mercado de Ciudad Juárez”.

– ¿Heredó la sazón de su mamá?

– “Lo que bien se aprende jamás se olvida. Yo fui el único que le puse atención en todo lo que ella hacía y se me fue hacia la mente. Yo creo que de tanta regañada que me dio ya no se me olvidó”, bromea.

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