Este plato, muy popular en Grecia, se elabora con yogurt natural, pepino y otros ingredientes que se consiguen muy fácilmente
Elba Castro
La cocina más tradicional resulta una síntesis de saberes, confeccionada con sencillez y gran sabor. Así es como la cultura mediterránea da origen al Tzatziki, en la zona que hace una bisagra entre de Europa y Asia, formada por los pueblos griego y turco. Es una salsa, aderezo o una sopa fría que da mucha felicidad por su sabor, su ligereza y su versatilidad.
Se prepara con yogurt (especialmente de tipo griego, sin sabor y azúcar) y pepino.
Algunas recetas señalan que el pepino va rallado y exprimido con una manta de cielo, otras indican que va cortado en cuadros pequeños. Ajo picado y hierbas de olor: menta, perejil y/o eneldo, son las más comunes, aunque también hay quien ya lo realiza con verdolagas. Se sazona con aceite de oliva extra virgen y sal. Algunas recetas recomiendan agregar un poco de jugo de limón o vinagre o agua, al gusto.
Hay que integrar muy bien los ingredientes y, antes de disfrutarlo, dejar que repose en el refrigerador.
Ahora que los calores comenzarán a antojarnos con la sabiduría culinaria del frescor, viene bien hacer un reconocimiento a la tradición culinaria mediterránea.
Buen provecho.
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