Este noble fruto, originario de América, es uno de los preferidos en el mundo por su versatilidad. Pablo Neruda le dedicó un poema
Marisa Núñez / El Paso
Jitomates saladet. Foto: JC Núñez.
El tomate, mejor conocido como jitomate en el centro de nuestro país, es uno de los elementos de mayor uso en la cocina de prácticamente todo el mundo, casi cualquier plato lleva jitomate. Es una futo que tiene una gran nobleza por la cantidad de variedades que existen, por su relativamente fácil cultivo y por ser una de las frutas con más versatilidad a la hora de agregarlo a muchísimos platillos ya sea crudo, cocido, molido, en piezas, mezclado o solo.
Algunos datos sobre el tomate
El tomate es originario de América, específicamente Sudamérica, pero se utilizaba como planta ornamental. En México se domesticó para consumo humano y fue introducido a Europa después del descubrimiento de América.
Jitomates. Foto: Juan Carlos Núñez B.
El tomate es una fruta botánicamente hablando ya que sus semillas así lo indican, aunque lo consideremos más un vegetal por la manera de consumirlo.
Actualmente se considera el segundo vegetal (aunque ya dijimos que es una fruta) más importante en el mundo después de la papa.
Los principales productores de tomate en el mundo son China, Estados Unidos, Turquía, Egipto e Italia.
México ocupa el décimo lugar en la producción mundial de tomate con aproximadamente dos millones de toneladas anuales.
Sinaloa es el estado que produce mayor cantidad de tomate en México con 937,796 toneladas (SIAP,2017 última actualización)
México exporta tomate principalmente a Estados Unidos, Canadá y Japón.
Criollos. Foto: P. Bañuelos
Las tres principales variedades que se consumen en México son el jitomate Bola, el Roma o Saladette y el tomate Cherry, aunque hay muchas otras variedades como el tomate pera, beef, marmande, vemone, pometa tardío, ramillete, san Marzano entre otras. Además de los jitomates criollos.
La Real Academia Española define a la palabra “jitomate” como un mexicanismo de “tomate” y se utiliza en el centro del país ya que los mexicas lo nombraban “xictomatl” que significa “ombligo gordo de agua”. En el norte del país, el término utilizado es “tomate” diferenciándolo del tomate verde llamándole “tomatillo” a este último.
El jitomate aporta gran cantidad de vitamina C y E así como importantes minerales como el potasio.
Es de bajo contenido calórico, alrededor de unas 22 calorías por cada 100 gr.
Antes de que existieran los productos para fijar el cabello, en México se utilizaba el jugo del tomate para tal efecto. Hoy se utiliza, por sus componentes antioxidantes, en lociones antiarrugas para el rostro, en mascarillas y jabones antiarrugas y antiacné, así como en champús.
Pablo Neruda, el gran poeta chileno, hace un homenaje en este bellísimo verso en donde nos regala una descripción, un menú y una receta de ensalada en donde el principal protagonista es el tomate
La Oda al Tomate de Pablo Neruda
La calle
se llenó de tomates,
mediodía.
verano,
la luz
se parte
en dos mitades
de tomate,
Jitomate bola. Foto: J.C. Núñez.
corre
por las calles
el jugo,
En diciembre
se desata
el tomate,
invade
las cocinas,
entra por los almuerzos,
se sienta
reposado
en los aparadores,
entre los vasos,
las mantequilleras,
los saleros
azules.
Tiene
luz propia,
majestad benigna.
Debemos, por desgracia,
asesinarlo:
se hunde
el cuchillo
Foto: Juan Carlos Núñez
en su pulpa viviente,
es una roja
víscera,
un sol
fresco,
profundo,
inagotable,
llena las ensaladas
de Chile,
se casa alegremente
con la clara cebolla,
y para celebrarlo
se deja
caer
aceite,
hijo
esencial del olivo,
sobre sus hemisferios entreabiertos,
Jitomatito silvestre. Foto: JC Núñez
agrega
la pimienta
su fragancia,
la sal su magnetismo:
son las bodas
del día,
el perejil
levanta
banderines,
las papas
hierven vigorosamente,
el asado
golpea
con su aroma
en la puerta,
es hora!
vamos!
Y sobre
la mesa, en la cintura
el verano,
el tomate, astro de tierra,
estrella
repetida
y fecunda,
nos muestra
sus circunvoluciones,
sus canales,
la insigne plenitud
y la abundancia
sin hueso,
sin coraza,
sin escamas ni espinas,
nos entrega
el regalo
de su color fogoso
y la totalidad de su frescura.
Bibliografía:
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