Elaboramos estos bocadillos con pasta de hojaldre que había sobrado. Quedaron como una especie de calzone italiano
Juan Carlos Núñez Bustillos
Para elaborar estas empanadas utilicé un poco de masa de hojaldre que me quedó después de preparar un rollo unos días antes. Rellené algunas con chorizo de pamplona y otras con jamón. Ambas carnes frías eran también restos de una cena anterior. De esta manera aproveché las sobras y no se desperdició comida.
El procedimiento es muy sencillo si ya se tiene la pasta de hojaldre. Hay que enharinar una superficie lisa y trabajar la masa con un rodillo hasta que quede una plancha uniforme y delgada de un poco menos de medio centímetro de espesor. Con la boca de un bote de plástico de aproximadamente diez centímetros de diámetro corté varios círculos. Los recortes los volví a amasar y luego a extender para formar una nueva lámina de las que salieron un par más de empandas.
Piqué las rebanadas de las carnes frías en pequeños trozos. En esta ocasión utilicé puré de tomate ya preparado que extendí sobre cada uno de los círculos. Añadí orégano seco. Luego el chorizo o el jamón y un poco de queso Chihuahua que también tenía en el refrigerador. En este caso no añadí sal pues las carnes y el queso tenían ya suficiente.
Batí un huevo y con él barnicé las orillas de los círculos antes de doblarlos por mitad y cerrarlos por ambas orillas para formar la empanada. Con un tenedor aplasté las orillas para que pegaran bien y luego las barnicé con huevo.
Las horneé sobre una charola aproximadamente 15 minutos. Quedaron muy sabrosas como una especie de calzone italiano, pero con masa de hojaldre en lugar de la masa de pizza. El tomate y el orégano le dieron ese toque napolitano.
Puede experimentar con varios rellenos. Yo utilicé esos porque eran los que tenía a la mano, pero anímese a probar con diversos ingredientes salados o dulces.
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