Localizado en el tradicional barrio de San Andrés, este establecimiento ofrece 19 tipos del típico antojo
Sergio René de Dios
De San Andrés, uno de los barrios típicos de Guadalajara, la Casa del Buñuelo abre sus puertas a dulces delicias. La distinguen no solo el rico sabor sino la innovación de lo que suele degustarse como un postre.
El local se ubica en la calle Chamizal #238. Con solo transitar por la banqueta y voltear a la vitrina que los exhibe, los buñuelos seducen desde que se les observa.
Bañados por lo regular con azúcar, saborearlos incluye escuchar cómo crujen. De consistencia frágil, se deshacen con facilidad en la boca.
La Casa del Buñuelo tiene quince años de dar sabor a los paladares. “Comenzamos en una cochera”, recuerda Fernando Vázquez, con su esposa María de Lourdes Mejía. “Hemos evolucionado”, destaca al recorrer con la mirada el local que ahora también atienden sus hijos.
En el estacionamiento del lugar se encuentran dos cazos de cobre. En uno, el más grande, está listo el atole blanco que, paradójicamente, es sabroso sin tener casi sabor. El otro atole es el clásico champurrado, elaborado con masa y chocolate.
El establecimiento ofrece 19 tipos de buñuelos, de distintos sabores y tamaños. Están desde el tradicional de aire, que se elabora precisamente en el aire, hasta los de chocolate y los de avena con sustituto de azúcar.
Los buñuelos no solo son ideales para los festejos invernales. También forman parte de cualquier menú a lo largo del año. Son arte gastronómico y dulce que atrapa cualquier gusto que exigente. Compruébelo.
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