En este caso no es el nombre de una medicina. En esta cenaduría de Tlaquepaque, que cumple 80 años, así le dicen a una de sus deliciosas creaciones: minúsculos sopes
Juan Carlos Núñez Bustillos
En 1937, Silvestra Durán fundó en San Pedro, Tlaquepaque, una de las cenaudrías más sabrosas y peculiares de Jalisco: Los Merequetengues. Cuatro generaciones deleitan desde entonces a los comensales con los platillos tradicionales de los comales tapatíos, pero también con las creaciones propias del lugar: las “cafiaspirinas” y las “calderetas”.
Las “cafiaspirinas” son minúsculos sopes que se sirven por decena. Antes, recuerdan algunos clientes de los años 70, se pedían por “comaladas”. Las “calderetas” se sirven en uno de los típicos jarros que los artesanos producen en San Pedro Tlaquepaque. Son una especie de pozole “levantamuertos” que lleva tostadas quebradas se sirve con chile verde.
Especialmente recomendable es la cecina por su calidad. La carne seca de res es muy delgada y tronadora. Se sirve con una sabrosa salsa de jitomate y con rebanadas de esta misma verdura, aros de cebolla cruda, limón y chile verde.
Los Merequetengues son también especiales porque en su menú hay codornices, un plato que no se consigue con facilidad en otras cenadurías.
Los tradicionales platos de comal como los sopes, las enchiladas y las flautas son también muy sabrosas. Además, se pueden pedir tostadas, tortas y pozole. Los fines de semana se sirve también mole, enmoladas y pepián.
El lugar es peculiar porque en una de sus mesas, anheladas por los comensales cuando el local se llena, está siempre sentado un hombre calvo, de barba abundante, que se levanta los lentes. Es una escultura de barro de tamaño natural que llama la atención, especialmente de los niños. “Lo trajeron hace como 20 año y se ha convertido en el símbolo de Los Merequetengues. No tiene nombre, le decimos el viejito”, explica Dulce Gutiérrez, bisnieta de la fundadora.
Explica que cuando la cenaduría se fundó “se vendía vino preparado como lo que ahora le dicen cazuelas. Como llevan muchos ingredientes, decían que era un merequetengue y desde entonces se quedó el nombre”, añade.
En el patio del fondo la lora “Cándida” no se cansa en saludar: “Hola, hola, hola…”, grita a todo pulmón. Tiene otros dos compañeros. En un muro, una enorme fotografía muestra a Esther Gutiérrez, hija de la fundadora, en una entrevista con Raúl Velasco, el presentador de televisión que fue famoso en los años 70.
Cuando vaya a San Pedro Tlaquepaque, dese una vuelta por Los Merequetengues. Eso sí, llegue temprano o vaya con paciencia porque el lugar se abarrota de comensales que disfrutan de las delicias que se preparan ahí.
Los datos
Fundado en: 1937
Especialidades: calderetas, cafiaspirinas, cecina, pepián.
Precios: cafiaspirinas $45. Calderetas $45. Sopes $45. Pepián con pollo y arroz $75. Codorniz (2 piezas) con papas $65.
Dirección: Florida #83, San Pedro Tlaquepaque, a cuadra y media del Centro Cultural El Refugio.
Teléfono: 3639 3814
Horarios: martes a viernes de 19:00 a 24:00 horas. Sábados de 15:00 a 24:00 horas. Domingos: 14:00 a 23:00 horas. Cerrado los lunes.
Correo electrónico: info@losmerequetengues.com
Página Web: http://losmerequetengues.com
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