La raíz del chayote se disfruta comúnmente en forma de “tortitas”. La lectora Rocío Muñoz nos comparte una manera dulce de saborearlo
Juan Carlos Núñez
Luego de que publicáramos en Jaliscocina el artículo titulado “Chinchayote, de la raíz a la mesa”, nos escribió Rocío Muñoz para decirnos que este tubérculo también se puede disfrutar con miel.
Nos contó que su mamá, Juanita Vargas, originaria de Tepic, Nayarit, lo prepara simplemente así: “Solo, cocido y bañado con miel de abeja.
“Este platillo me transporta a mi casa, a los sabores de la comida casera”, dice Rocío y añade que queda: ¡Riquísimo!
Tiene toda la razón. Ya lo probamos y es también delicioso.
La receta es muy simple: lavar el chinchayote, cocerlo, pelarlo, rebanarlo y cubrirlo con miel de abeja. Es todo.
La clave, como todo en la cocina, está en la calidad de los ingredientes y el cuidado del proceso.
Hay que buscar un chinchayote que no esté reseco ni fibroso, para cocerlo con cuidado de manera que no se pase y quede aguado. De preferencia hay que comerlo recién hecho, pues aunque se puede guardar en el refrigerador pierde con el tiempo consistencia, sabor y blancura.
Una miel pura es el complemento. Nosotros utilizamos una que elabora un apicultor local en la barranca de Huentitán.
Este sencillo y delicioso plato puede ser el postre de una comida o una cena.
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