El picor de esta preparación multiplica el sabroso calor que las sopas producen en el cuerpo
Juan Carlos Núñez B.
Recientemente preparamos, con un grupo de amigos, una carne asada en la casa. Uno de los invitados trajo una bolsa llena de chiles güeros (caribe). Rellenó algunos de ellos con queso y los puso a las brasas. Quedaron picantes y sabrosos. Disfrutamos bastantes, pero quedó un buen puño intacto.
Días después, para evitar que se echaran a perder, se me ocurrió preparar una crema de chiles güeros. La había cocinado ya varias veces. No me había quedado tan buena ni tan picosa.
Me parece que los antecesores de los chiles que trajo mi amigo tuvieron algún amorío con algunos habaneros porque la crema que preparé con ellos quedó picantísima. Y no es normal. El picor de los chiles güeritos no suele ser significativo, pero estos traían al diablo dentro. Es cierto que le puse los cinco chiles que quedaron para aprovecharlos todos.
Para resaltar los sabores y equilibrar el picor le añadí, una vez servida, cubos de queso ranchero muy fresco y de pan tostado integral, un poco de crema y trocitos de una rebanada de jamón serrano que me encontré en el refrigerador.
Así pues, quedó una crema de excelente sabor y muy enchilosa. Muy apta para dar la bienvenida el primer frente frío que tuvimos en días pasados.
Si no le gusta enchilarse. No se preocupe. Reduzca la cantidad de chiles y aumente la de los otros ingredientes, especialmente la de la papa.
[su_tabs active=”1″][su_tab title=”Ingredientes”]
- 3 a 6 chiles güeros (caribe).
- 1 jitomate
- 2 dientes de ajo
- 1 cuarto de cebolla
- 1 papa cocida
- 1 lata de leche evaporada
- Agua, la necesaria
- Aceite de oliva
- Sal, consomé de pollo en polvo y pimienta al gusto
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[su_tab title=”Preparación”]
Ase los chiles directamente sobre la flama de la estufa. Métalos a sudar en una bolsa de plástico cubierta con una tela. Pélelos, desvénelos y quite las semillas. Muela en un poco de agua los trozos de chile y reserve.
Muela en la licuadora, con un chorrito de agua, el jitomate, la cebolla, los dientes de ajo y la papa cocida. Fría en aceite de oliva.
Añada los chiles molidos. Cuando comience a hervir, vierta la lata de leche evaporada y agua hasta lograr la consistencia deseada. Sazone con sal, pimienta y polvo de caldo de pollo.
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[su_tab title=”Presentación”]
Sirva la sopa y añada cubos de queso fresco y de pan tostado, un poco de crema y trocitos de jamón serrano o de tocino.
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