Cerca de cien platillos típicos de ocho estados del país se cocinaron en el sexto Encuentro Regional de Comida Tradicional
Juan Carlos Núñez Bustillos
El humo de los fogones tradicionales y los aromas que emanaban de cazuelas de barro y cazos de cobre marcaban la ruta para llegar al lugar del parque Metropolitano donde decenas de cocineros y cocineras tradicionales de nueve estados de México preparaban a la vieja usanza los platos más típicos de sus regiones.
Comales de barro, anafres, cucharas de palo, molcajetes y metates no eran ahí un adorno. Las hábiles manos de las cocineras los manejaban con perfección mientras jóvenes estudiantes aprendían los secretos de la cocina tradicional.
De un hoyo en el suelo cubierto con hojas de plátano emanaban los humos de los pibipollos de cacahuate. A un lado, el zacatecano “Lolo” Juárez meneaba sin descanso el asado de boda que hervía en un enorme cazo de cobre.
Más allá, Victoria González Chávez, es una de las ocho mujeres michoacanas que han sido reconocida con el título de “Maestra cocinera tradicional”, preparaba junto con su esposo Eloy morisqueta con carne al caporal. También de ese estado eran las hábiles cocineras que preparaban ahuácatas de maíz morado, una especie de gorditas rellenas de frijol o queso. La Universidad Michoacana de San Nicolas de Hidalgo ofreció un mole de color naranja en honor a las mariposas monarcas que en estos días arriban a los frondosos bosques de la región.
De San Luis Potosí, Miguel Iwadare preparaba zacahuil, un enorme tamal relleno de pollo mientras doña María Hernández servía un exquisito pipián elaborado con pepitas de calabaza, maíz morado y chiles de Yahualica, su tierra. Dentro de enormes pencas de nopal, colocada sobre un enorme comal, se cocinaban un deliciosos guisado.
Charales y hueva de carpa, de Jalisco; pescado zarandeado, de Nayarit; Nopales de difunto con frijoles, de Querétaro o Rabo de Indias, de Aguascalientes fueron solamente algunas de las exquisiteces que pudieron probar gratuitamente los cientos de personas que acudieron al parque Metropolitano de Guadalajara los pasados 1, 2 y 3 de noviembre.
De los fogones de leña y de los anafres de carbón salían uno tras otro los platillos originarios de Aguascalientes, Colima, Guanajuato, Nayarit, Querétaro, San Luis Potosí, Zacatecas y Michoacán, al son del mariachi tradicional Los Choznos o la orquesta típica de Chapala.
La nueva sede del sexto Encuentro regional de comida tradicional, el parque Metropolitano de Guadalajara, evitó las aglomeraciones que ocurrían cuando el festival se celebraba en la plaza Liberación del centro tapatío y resultó ser un entorno mucho más amigable. Familias enteras se sentaban en los jardines a saborear algunos de los cerca de 90 platillos que se cocinaron durante ese fin de semana.
Ni la tormenta tapatía que se abatió el sábado pudo apagar los fogones y el entusiasmo del encuentro que organizó la Secretaría de Cultura de Jalisco.
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