Los restos de comidas anteriores son siempre ingredientes privilegiados para preparar ricos platillos
Juan Carlos Núñez Bustillos
Los recalentados son siempre muy ricos y con frecuencia saben mejor que recién cocinados. En otras ocasiones vale la pena utilizar las sobras para hacer nuevos platillos, sea para probar nuevos sabores o sea también porque son tan pocas que no alcanzan para todos como recalentado, pero sí pueden ser ingredientes para una nueva creación. Aquí van cinco ejemplos.
Entradas de hamburguesa con queso azul
De un día de hamburguesas quedaron dos piezas de carne. De otro día quedaron cuatro rectangulitos de pan baguette dorado. En el refrigerador quedaba un trocito de queso azul que se volvía cada vez más duro. Partí a la mitad cada una de las hamburguesas, las puse sobre los panes. Las coroné con unos pedacitos del queso y las metí al horno. Quedaron buenísimas.
Muslo de pollo con chile morita y queso azul
De otra preparación quedaron un par de muslos de pollo cocidos. Después de sazonarlos con sal y pimienta los embarré con un poco de mostaza y una pasta de chile morita (si no tiene este ingrediente puede utilizar chile chipotle del que se vende enlatado). Añadí varias cucharadas de buena crema, algunos trozos del queso azul, el mismo de la receta anterior, y un par de rebanadas de tocino. En el hornito eléctrico estuvo listo en diez minutos. ¡Delicioso!
Pollo a la cerveza
De un caldo de pollo quedaron un par de insípidas pechugas. Las corté en trozos, las sazoné con sal y pimienta y las freí muy ligeramente con rodajas de cebolla. Añadí una cerveza, algunas papas cocidas y tres hojas de laurel. Las dejé hervir. Y listo, buenísimo.
Taquitos de jamón rellenos de papa
Por un error teníamos en el refrigerador doble dotación de jamón. Para aprovecharlo cocí unas papas, las apachurré, las sazoné con sal y pimienta y les añadí un delicioso queso crema chiapaneco que tenía guardado por ahí. No es el de la marca comercial que venden en el super, es uno mucho más seco y con un sabor ácido. Buenísimo. Póngale el que tenga en casa. Preparé una salsa con puré de tomate, chile chipotle, sal, pimienta y un chorrito de caldo de pollo. Si no tiene caldo, échele agua y un poquito de polvo sazonador. Con eso armé el plato principal de la comida un día. La salsa se puede servir al tiempo o caliente.
Tortilla de huevo en salsa de chile relleno
Elba preparó unos ricos chiles rellenos de queso, de esos que van capeados y se sirven nadado en salsa de jitomate. Sobró un poco del capeado y algo de salsa. Freí el huevo a manera de tortilla y lo bañé con la salsa. Acompañado de tortillas, quedó un riquísimo desayuno que se pudo haber llamado “chile relleno sin chile”.
Abra el refrigerador, la despensa, las puertitas de las alacenas. Mire que hay y escuche a los ingredientes que le dirán cómo cocinarlos. Aprovechará mejor la comida, reducirá las salidas a la calle en tiempos de pandemia y disfrutará de ricos platillos.
No hay comentarios