La metamorfosis de los nopales

Con la salsa de chiles y tomates, fuego y una ensalada de nopales se convierte en un exquisito desayuno

Juan Carlos Núñez Bustillos

Me encantan los nopales. Además de ser sabrosos son muy saludables. Se escapan de estar en las listas negras de médicos y nutriólogos. Por el contrario, suelen ser bien recomendados. Sin embargo, no es un alimento fácil de gustar.

Con ellos pasa algo similar de lo que suele ocurrir con bebidas como la cerveza y el café o con alimentos como el queso azul, el menudo o los insectos. Las primeras veces pueden resultar incluso hasta repulsivos, pero una vez que se les encuentra mucha gente los incluye entre sus preferidos.

Así pasa con los nopales. La babita que sueltan resulta desagradable a muchas personas, pero si se da la oportunidad se podrá descubrir un ingrediente muy fresco y sabroso. Hay algunas maneras para reducir la baba.

A mí me gustan con todo y la baba llamada mucílago. De acuerdo con el Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo, el consumo de este elemento “puede asociarse con algunos efectos benéficos, como el control del nivel de azúcares en sangre (efecto hipoglicémico y reducción de la hiperglicemia postpandrial), que resulta útil para aquellos que sufren diabetes, o la reducción de los niveles de colesterol (particularmente el colesterol de baja densidad). También se ha reportado que el mucilago tiene cierto efecto protector en la mucosa gástrica, lo que puede prevenir la formación de úlceras”.

La ensalada de nopales, una de las maneras más populares de consumir la cactácea, consiste simplemente en las pencas rebanadas y cocidas, jitomate, cebolla y cilantro, con un poco de sal. Es un gran acompañante en las comidas. Ideal para acompañar carnes asadas, pescados o guisados.

También se pueden conservar muy fácilmente. Aquí te decimos cómo.

El otro día por la mañana me encontré en el refrigerador los restos de una ensalada de nopal. A pesar del elogio que he hecho de ellos, sinceramente no se me antojaban como plato principal del desayuno y mucho menos, helados.

Afortunadamente y siguiendo la regla mágica de “siempre hay algo”, encontré en otro botecito un poco de salsa de chiles y tomates, cuya receta les compartí hace unos días y que pueden encontrar aquí. Tortillas nunca faltan así que no lo dudé.

Puse a calentar la salsa y cuando soltó el hervor, añadí la ensalada de nopales. Los dejé ahí un momento y ¡a disfrutar! Con un poco de fuego y salsa, aquella ensalada tristona se convirtió en un espléndido desayuno.

Anímese a saborearlo. No es necesario que sea un plato reciclado, puede cocinar los nopales ex profeso para elaborar esta ricura. También se puede agregar un huevo cuando la salsa está hirviendo y se revuelve ahí mismo. Después se vierten los nopales.